
Hace más de 60 años llegaba a La Paz Hans Ertl. Y con él, su esposa, sus tres hijas y las maletas llenas de esperanzas y sueños después de la pesadilla. Venían procedentes de Alemania, país donde Ertl había destacado como uno de los camarógrafos de Leni Riefenstahl y se había ganado la reputación de ser uno de los fotógrafos preferidos de uno de los jerarcas de ese periodo oscuro. Una sombra que lo perseguiría por siempre. Hasta ahí, historia y mito. Desde ahí, «Los afectos» de Rodrigo Hasbún, con seguridad la mejor novela boliviana del género de narrativa contemporánea escrita hasta hoy…