• Periodismo y miradas desde dos culturas...

    Casa Bar… un lugar en lo alto

    Tapas, tragos y vista a  la ciudad en uno de los sitios nocturnos de moda en La Paz

     

    Todo empezó con los huéspedes solitarios del antiguo hotel Casa Grande, con aquellos que se animaban a probar el mojito o el pisco sour al final del día, un afterwork para gente de paso por la ciudad. Después vino la fórmula happy hour y eso atrajo a un par de cuartetos femeninos: eran las desertoras del par de cafés existentes en el vecino barrio de San Miguel en busca de ambientes y ofertas alternativas. Entre copa y copa, el mercado dio señales de animación y entusiasmo por la propuesta, y así nació Casa Bar, uno de los lugares más recomendables para saciar la sed y nutrirse de tapas en la zona sur de La Paz.

    © T. Torres-HeuchelOrdenar lo de siempre –el apple martini y una caipirinha– es una manera de acreditar el  talento del barman. Respetando ese principio, llegaron a la mesa dos bebidas impecables y en un tiempo oportuno. Ya antes habíamos sido atendidos con las gentilezas del lugar: quesos, aceitunas y maní. Para tapeos de compañía son imperdibles los clásicos calamares fritos y el pulpo a la gallega.

    Es un sitio que aconsejaría a un amigo. Una carta con una oferta atractiva de bebidas y tapas en medio de un ambiente moderno que se prolonga hacia una  pequeña terraza desde donde se pueden ver las luces nocturnas de la ciudad.

    Los puntos flacos del lugar: el volumen de la música que sube conforme pasan las horas –alrededor de las 10 de la noche es necesario esforzar las cuerdas vocales para conversar con el vecino del lado–, la incapacidad social de algunos fumadores de usar la terraza para desarrollar el hábito en lugar del ambiente cerrado,  el hecho de que las mesas altas sean muy altas y las bajas muy bajas, la modalidad de reserva que hace que quien no reserva no tenga esperanzas en la puerta de ingreso, aunque todas las mesas estén vacías, a no ser que sean las 9 de la noche.

    Esta modernidad de bar paceño queda en el nuevo hotel Casa Grande (calle 16, entre Roberto Bustamante y Julio Patiño, 8009. Telf. 277 40 00/ int. 5815), de Calacoto, un barrio alejado de la vía turística de la ciudad y  en acelerada mutación de vocación –como cuna de las clases antiguamente adineradas– a causa del auge de la construcción y del desplazamiento urbano que se vive en esta capital.

    Casa Bar, un lugar elogiable y estimable.  Un sitio con potencial de futuro clásico.

    TT-H/Artículo disponible en alemán.

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