Entre enero y junio del 2013 llegaron desde Alemania 76 vehículos BMW, 60 Mercedes Benz, 36 Audi, 21 Volkswagen, 16 Porsche y 14 Mini Cooper, según los datos de la Cámara Automotor Boliviana (CAB)
Mientras Alemania tiene a los automóviles y partes como principal rubro de sus exportaciones al mundo (189,98 mil millones de euros el 2012) y, en segunda instancia, a las maquinarias (163,59 mil millones de euros en el 2012), las adquisiciones bolivianas en ese mercado se dan a la inversa: hay marcada preferencia por las impresoras y mezcladoras de cemento alemanas antes que por los automóviles del mismo origen.
El 2012 la importación boliviana de maquinaria representó el 37,4% de sus compras en Alemania, con un valor de 51,5 millones de dólares, y el grupo automóviles y partes significó el 11,2%, con una suma de 15,53 millones de dólares. En el primer semestre del 2013 la tendencia fue la misma: el ingreso de maquinarias representó el 45% del total de sus adquisiciones hechas en Alemania, con un valor de 34,3 millones de dólares, mientras que la internación de autos de origen germano –pese a crecer en 84,3% respecto al mismo periodo del año anterior–, representó el 18% con un monto de 13,72 millones de dólares.
Si bien la demanda de maquinaria industrial alemana por parte de Bolivia es variable año a año, según el encargado del Departamento de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio e Industria Boliviano-Alemana (AHK), Javier Moeller, existe preferencia por impresoras (con marcas como Heidelberg), mezcladoras de cemento (Liebherr como uno de los nombres líderes), empaquetadoras para atender al rubro alimentario, además de las clásicas que operan en el rubro de la minería. “El comprador boliviano sabe que estas máquinas, aun después de 30 años, van a seguir funcionando; por eso prefiere éstas a las de origen chino. Lastimosamente, los precios son altos y, por eso, incluso una alemana de segunda mano puede costar más que una nueva herramienta china”, señala.
De acuerdo con los datos de la Cámara Automotor Boliviana (CAB), en el primer semestre del 2013, Japón vendió a Bolivia 5.297 unidades, China 4.564, India 1.801, Tailandia 1.307, Corea 1.131, México 1.004, Brasil 652, Estados Unidos 510, Alemania 223, Sudáfrica 145, Gran
Bretaña 36, España 17 y Francia 10. En ese periodo llegaron 17.662 coches flamantes –todos los vehículos alemanes 0 kilómetros– y 10.707 motorizados ya desgastados. El 2012 Bolivia compró 29.960 unidades entre nuevas, usadas y otras correspondientes a distintas categorías.
Entre enero y junio del 2013 llegaron desde Alemania 76 vehículos BMW, 60 Mercedes Benz, 36 Audi, 21 Volkswagen, 16 Porsche y 14 Mini Cooper, según los datos de la CAB.
Luis Encinas, gerente de la CAB, asegura que el gran crecimiento logrado por los vehículos chinos en el mercado boliviano no significa que éstos hayan desplazado a las marcas tradicionales. En su opinión, los motorizados chinos solo se han instalado en un nicho de mercado desatendido por los grandes fabricantes. “Las marcas tradicionales, incluidas las alemanas, se han esforzado para poder mantener su imagen en el mercado nacional, incluso han adecuado drásticamente sus precios”, agrega.
Según la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania, las ventas de su país a Bolivia llegaron a 137,7 millones de dólares en el 2012. Probablemente, con esa cifra, Bolivia ocupa hoy uno de los últimos puestos considerando únicamente el hecho de que Polonia, el décimo país destino de las exportaciones alemanas del 2012, supuso 42,23 mil millones de euros de sus ventas externas.
Primer semestre del 2013: Bolivia y Alemania con síntomas de recuperación en los negocios; con todo, dos países en auges económicos distantes.
@NiemandslandED
Deja una respuesta